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Colisión mortal. Vecinos de la zona dicen que las carreras son habitualesLas picadas en Melilla son un secreto a voces. El domingo se cobraron la vida de un joven. Otro motociclista resultó con heridas graves y un joven espectador de las carreras también resultó lesionado.
"Vienen de todos lados, esto se llena los fines de semana", dice Adrián De Armas, un vecino de la zona que tiene a su cuidado algunos campos linderos. Su mayor preocupación es, precisamente, impedir que corten los alambrados que dan hacia camino Altuna, a unos 200 metros de la ruta 5.
Fue precisamente en el cruce de los caminos Altuna y Peixoto donde Gustavo Alba Sosa (27) que corría una motocicleta Yamaha murió luego de chocar con la moto Winner que pilotaba Sebastián Recalde (18), que venía en sentido contrario, según la información policial. Este último resultó politraumatizado grave, con fractura expuesta en la mano derecha y pérdida de conocimiento. También experimentó politraumatismos el joven Federico Scotto Espondaburu (19), que miraba la competición desde la cuneta del camino y fue golpeado por una de las motos.
Recalde, el joven que recibió las heridas más graves, permanece internado en el sanatorio de Médica Uruguaya. Scotto, en tanto, fue internado en el Hospital Maciel.
Esto ocurrió sobre la hora 18 del domingo. Las picadas habían empezado un par de horas antes, según relató el vecino de Melilla. "Las motos quedaron destrozadas", comentó por su parte uno de los agentes de la Comisaría 22ª que debió intervenir en el hecho. "Es un tema que nos desborda, no podemos hacer nada desde acá", comentó el uniformado.
ORGANIZADOS. De hecho las picadas están totalmente instituidas en esta apartada zona de Melilla, en los límites de Montevideo. A tal punto que la recta pavimentada del camino Altuna entre la ruta y Peixoto está prolijamente marcado con las líneas de "Largada" y "Fin" en dos tramos del camino que continúa la ruta 102 desde el anillo perimetral hacia el Oeste. Y, según cuenta Adrián De Armas, las competencias están bien organizadas: los sábados corren autos y los domingos motos.
Nadie parece sorprenderse por ello. El tramo de este camino vecinal es ocupado por decenas de vehículos y el público, según lugareños, supera largamente el centenar de personas. Mientras las picadas tienen lugar los asistentes lanzan sus apuestas, comparten bebidas y alientan a sus favoritos. "Acá corre de todo", comenta un vecino, que no se refiere a los vehículos sino al consumo de alcohol y drogas.
Según explicó De Armas, tanto competidores como concurrentes suelen ser respetuosos y no ocasionan problemas. "Conmigo son bien, muy educados, no puedo decir nada. Una vez estaban corriendo dos carts y acá cerca hay una escuela, yo me acerqué y les dije a los muchachos: ¿no pararían un poco hasta que pasen los gurises en bicicleta? Y ellos pararon y esperaron a que pasaran los gurises sin problemas", recuerda De Armas.
De todos modos el temor porque estas competencias ilegales ocasionen accidentes o terminen en un resultado trágico como el del domingo está presente en los escasos vecinos de esta apartada zona rural de la capital.
SANCIONES. El 22 de octubre pasado la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) presentó ante la Comisión de Transporte y Obras Públicas de la Cámara de Senadores siete proyectos de ley. El primero de los siete proyectos de ley ahora a la consideración de los legisladores es el que creaba los delitos de seguridad vial y, particularmente, procuraba la sanción penal de las picadas.
Originalmente el Ministerio del Interior -que junto a Unasev trabajó en la redacción de esta iniciativa- proponía la pena de prisión para quien participara de estas competencias ilegales.
No obstante, luego se propuso como alternativa a la privación de libertad el envío de los infractores al centro de rehabilitación que el mismo articulado propone crear, así como la inhabilitación permanente como conductor.
Redada en 2009
En ese mismo lugar se hizo un operativo que derivó en la detención de 82 personas y la incautación de 44 vehículos que participaban en picadas. Esto ocurrió el 27 de diciembre del año pasado a raíz de la denuncia de un automovilista. Todos los detenidos, entre ellos 7 menores, quedaron libres.
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