Tránsito fatídico: 8 muertos

FOTO del Diario El Pais

Tres accidentes de tránsito en San José y Canelones dejaron un saldo de ocho muertos, dos de ellos niños.

Seis uruguayos, cinco de ellos mujeres, perdieron la vida esta tarde en una colisión frontal entre dos autos ocurrida en el kilómetro 108 de la ruta 3, en el departamento de San José. Una pequeña de cuatro años, llamada Julieta, es la única sobreviviente tras salir despedida de uno de los vehículos.

En uno de los autos, un Mercedes Benz, viajaban cinco personas (incluida la pequeña que sobrevivió). Aunque el coche estaba matriculado en Montevideo, fuentes de Policía Caminera informaron que las víctimas eran oriundas de Salto.

Policía Caminera divulgó que el auto era conducido por Ana Rosa Gallo Pérez de Caputto de 63 años. La acompañaban María Inés Rojas Quintana, de 53 años, María Lourdes Caputto Gallo de 39 años y María Eugenia Chapuis Caputto de 10 años, todas fallecidas, y la pequeña Julieta de la que no trascendieron sus apellidos.

El otro vehículo involucrado era un Nissan Sentra ocupado por el productor lechero Heber Pérez Pérez de 48 años y su hija Sandra Pérez de 25, ambos del departamento de San José. Tras la violenta colisión, los vehículos se incendiaron carbonizando a todos sus ocupantes con excepción de la niña de cuatro años.

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El choque ocurrió a la salida del puente que cruza el río San José, ubicado hacia el norte de la capital departamental. Hasta el momento se desconocen los motivos que provocaron el accidente.

Según la Policía, el lugar exacto del impacto fue en un tramo recto de la ruta, con una pequeña loma, que de ninguna manera puede explicar la invasión de la senda contraria por uno de los vehículos.

TESTIGO. Irma Mabel Umpiérrez está segura que el día de ayer será difícil de olvidar para ella. Pasado el mediodía estaba en su casa, ubicada a la altura del kilómetro 108 de ruta 3, en la zona de Chamizo, cuando sintió una fuerte explosión, seguida de dos estruendos posteriores, que le provocaron un ensordecimiento momentáneo

Salió a ver qué sucedía y percibió que en plena ruta, el fuego consumía vorazmente dos autos, de los que salían gritos de sufrimiento y demandas de auxilio: "Y como surgida de la nada –cuenta la joven mujer- apareció una niña que nunca antes había visto", la que se arrojó a sus brazos llorando.

"Me dí cuenta que ese angelito, que después supe tenía 4 años, había huido de las llamas, donde seguramente se carbonizaban los cuerpos de sus seres más queridos", dice Irma Mabel.

"Yo no soy de este país". Esa expresión de la pequeña Julieta, queriendo significar que no era del lugar quedó grabada en los oídos de Umpiérrez. La niña, en una crisis de nervios, se quejaba de un dolor en el estómago y decía que su abuela "Loly", estaba dentro del Mercedes Benz siniestrado.

Nerviosa la vecina, atinó a prender el televisor, con el mayor volumen posible, según contó, y a sintonizar un canal con "dibujitos", para intentar distraer a la pequeña, mientras llegaba la ambulancia que la trasladaría a San José.

Julieta fue ingresada al Hospital de San José y luego fue derivada al Sanatorio de la Asociación Médica, donde se le practicó una tomografía computada, la que habría revelado que no existen lesiones de entidad. Más tarde fue trasladada al Sanatorio Americano de Montevideo.

CANELONES. Pocas horas después, el niño Manuel Umpiérrez moría atropellado por un auto en el kilómetro 50 de la ruta 5.

El menor volvía de la escuela en bicicleta y fue atropellado por un auto que "venía como pedrada", según relató su padre a Telenoche 4.

Más tarde el trabajador rural Washington Mercadal moría también atropellado en el kilómetro 55 de la ruta 62, también llamada la ruta 5 "vieja".

Mercadal estaba en su moto sobre la banquina, cuando una camioneta conducida por un hombre de 23 años lo atropelló, matándolo. Las primeras versiones del accidente indicaban que el conductor perdió el dominio de su vehículo a raíz de un desperfecto mecánico del mismo.

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